Desafiando la Conducta: Trastorno Disocial

El trastorno disocial se caracteriza por un patrón repetitivo de comportamiento en el que se violan los derechos fundamentales de los demás. Los niños que lo padecen suelen mostrar egoísmo e insensibilidad hacia los sentimientos de los demás, pudiendo acosar, dañar la propiedad, mentir o robar sin sentir culpa.

El diagnóstico se basa en el historial del comportamiento del niño y el trastorno suele manifestarse al final de la infancia o al comienzo de la adolescencia, siendo más común en varones que en niñas. Si bien la psicoterapia puede ser útil, el tratamiento más efectivo implica separar a los niños de entornos riesgosos y proporcionarles un ambiente estructurado, como una institución de salud mental. Es importante destacar que el comportamiento normal en los niños varía, y el trastorno disocial se diagnostica solo cuando los niños violan repetidamente las reglas y los derechos de los demás de manera inapropiada para su edad.

El desarrollo del trastorno disocial puede estar influenciado por factores genéticos y ambientales. Los padres de los niños afectados a menudo también sufren algún trastorno de salud mental, como abuso de sustancias, trastorno de déficit de atención/hiperactividad, trastorno del estado de ánimo, esquizofrenia o trastorno de personalidad antisocial. Sin embargo, también es posible que niños provenientes de familias sanas y funcionales desarrollen un trastorno de conducta.

Indicadores del Trastorno de la Conducta:

En general, los niños con un trastorno disocial pueden presentar las siguientes características:

  1. Egoísmo.
  2. Dificultades para relacionarse adecuadamente con los demás.
  3. Falta de un sentido apropiado de culpabilidad.
  4. Insensibilidad hacia los sentimientos y bienestar de los demás.
  5. Tendencia a malinterpretar las acciones de los demás como amenazas y responder con agresión.
  6. Participación en acciones intimidatorias, amenazas y peleas frecuentes.
  7. Posible crueldad hacia los animales.
  8. Propensión a dañar bienes, especialmente mediante incendios provocados.
  9. Comportamientos de mentir o robar.

 

El trastorno de conducta puede afectar de manera diferente a niños y niñas. En el caso de las niñas, es menos común que sean físicamente agresivas, pero pueden mostrar comportamientos como escaparse, mentir e incluso prostituirse en algunos casos. Por otro lado, los niños tienden a involucrarse en peleas, robos y actos de vandalismo. Además, todos los individuos con trastorno de conducta son propensos al consumo de sustancias ilícitas.

Estos niños a menudo violan gravemente las reglas, como escaparse de casa y faltar frecuentemente a la escuela. También pueden tener problemas con el consumo de drogas y experimentar dificultades académicas. Es importante tener en cuenta los pensamientos suicidas en estos casos y tomar medidas para proteger la seguridad del niño. Además, los niños con trastorno disocial pueden padecer otros trastornos, como depresión, trastorno de déficit de atención/hiperactividad o trastornos del aprendizaje.

Se estima que alrededor de dos tercios de los niños superan el comportamiento inadecuado al llegar a la edad adulta. Sin embargo, cuanto más temprano aparezca el trastorno disocial, más probabilidades hay de que persista en la vida adulta. Si el comportamiento continúa en la edad adulta, puede llevar a problemas legales, violación persistente de los derechos de los demás y, a menudo, al diagnóstico de un trastorno de personalidad antisocial. Algunos de estos adultos pueden desarrollar trastornos del estado de ánimo, ansiedad u otros problemas de salud mental.

El Proceso de Diagnóstico del Trastorno de Conducta en Niños y Adolescentes:

trastorno disocial

El diagnóstico del trastorno de conducta generalmente comienza con una visita al médico o a un especialista en salud del comportamiento. Durante esta visita, se recopila información sobre el comportamiento del niño, que a menudo es proporcionada por un progenitor o maestro.

Los médicos utilizan esta información para determinar si el niño presenta un trastorno disocial. Para ello, analizan la gravedad de los síntomas y comportamientos, evaluando si están afectando negativamente las relaciones personales, el rendimiento escolar o el desempeño en otras áreas.

Además, el entorno social del niño también es tomado en cuenta en el proceso de diagnóstico. Si la mala conducta del niño se desarrolla como una respuesta adaptativa a un entorno estresante, como áreas afectadas por conflictos o zonas de guerra, no se consideraría un trastorno disocial.

Adicionalmente, los médicos buscan identificar cualquier otro problema de salud mental o de aprendizaje que el niño pueda estar experimentando, con el fin de tener una comprensión más completa de su situación.

Estrategias de Tratamiento para el Trastorno de Conducta:

Traslado a un entorno estructurado

En ocasiones, trasladar a los niños desde un entorno de riesgo a uno altamente estructurado puede ser beneficioso para su mejora.

Psicoterapia

La terapia puede ser útil para mejorar la autoestima del niño y su capacidad de autocontrol, lo que les permite gestionar mejor su comportamiento.

Abordaje de otros trastornos

El tratamiento también debe abordar otros trastornos que puedan presentarse junto con el trastorno de conducta. Algunos fármacos pueden ser efectivos, especialmente si el trastorno disocial coexiste con otros trastornos, como el trastorno de déficit de atención/hiperactividad o la depresión. El tratamiento de estos trastornos adicionales puede ayudar a disminuir los síntomas del trastorno de conducta.

Educación adaptada individualmente

Para los trastornos del aprendizaje, la educación adaptada a las necesidades individuales del niño es el enfoque más eficaz.

Es importante destacar que el tratamiento del trastorno de conducta puede ser complejo, ya que los niños y adolescentes con este trastorno a menudo no perciben que haya algo malo en su comportamiento. Por lo tanto, regañarlos o instarlos a comportarse mejor suele ser ineficaz y debe evitarse. Un enfoque integral y adaptado a cada caso específico es fundamental para obtener mejores resultados.

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